Las organizaciones a nivel global tienen ahora mayor claridad sobre cómo informar los efectos financieros de los riesgos relacionados con el clima en sus negocios y estrategias. Regulaciones clave, como la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y los Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS), junto con las normas del Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB), están marcando un nuevo estándar en la gestión de riesgos climáticos. En Estados Unidos, la histórica regla de divulgación climática de la SEC representa un cambio trascendental en cómo las empresas públicas deberán informar estos riesgos. Además, las regulaciones en California y otros mercados globales están acelerando la adopción de prácticas más robustas y transparentes.
Las exigencias no se limitan solo al clima; los emisores de estándares están ampliando su alcance hacia áreas como la naturaleza y la biodiversidad. La llegada del Grupo de Trabajo sobre Finanzas Relacionadas con la Naturaleza (TNFD) introduce un marco que guía las divulgaciones relacionadas con el impacto ambiental más amplio. Este avance busca no solo mejorar la sostenibilidad corporativa, sino también promover un enfoque integral que abarque riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Aquellas organizaciones que han adoptado un enfoque proactivo ya están cosechando beneficios tangibles, tanto internos como externos, al avanzar en sus objetivos de sostenibilidad. Por otro lado, las empresas que optaron por esperar y observar pueden enfrentarse a desafíos significativos para cumplir con las normativas emergentes. Este panorama destaca la importancia de una acción temprana y estratégica para comprender, medir y gestionar de manera efectiva los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y la sostenibilidad.
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Detalles
- Área: Relaciones Públicas
- País: USA
- Año: 2024
- Autor: DELOITE
